Monday, August 07, 2017

Plano secuencia : Kampelmacher / Acevedo

Cálamo
25 de Mayo 26 , San Nicolás de los Arroyos, Buenos Aires
inauguración : 5 de agosto * cierre: 8 de septiembre 2017
acompañamiento curatorial : Nancy Rojas 


Plano secuencia
En torno al oficio y sus concatenaciones en las puestas gráficas, fotográficas y objetuales de Eladia Acevedo y Cynthia Kampelmacher

Por Nancy Rojas
En la película Professione: reporter (en castellano, El reportero), de 1975, Michelangelo Antonioni se obstinó en desarrollar una escena a partir de un recorrido de cámara en continuo. Su objetivo, al menos a mi parecer, era la búsqueda y aplicación de un método específico para producir, desde el cine, una situación testimonial que diera cuenta de un develamiento. Una coartada para poner en juego la alternancia entre conocer y desconocer, donde dicho director terminó fundando un espacio que resulta significativo a la caracterización de ciertas zonas de la cultura contemporánea: la ambigüedad y, en efecto, el misterio.
En ese recorrido, Antonioni, a quien Lucio Fontana admiraba, revocó la polaridad entre interior y exterior, admitiendo por un momento la suspensión del relato central. La ficción dominante le cedió el lugar a otros micro relatos, que incluso pueden ser leídos como sus sedimentos.
Esta consideración no es más que otra Strategia del ragno (estrategia de la araña) para encauzar mi propia narración sobre esta exposición en dos direcciones.
Por un lado, la que me lleva a señalar el espacio generacional que invocan como artistas Eladia Acevedo (Rosario) y Cynthia Kampelmacher (Buenos Aires), quienes comenzaron a desarrollar su producción entre los 90 y los primeros años de 2000, respectivamente. Décadas cuyos discursos estéticos reinantes definieron por largo tiempo en Argentina las derivas del arte contemporáneo, desplazando de los centros, entre otros, a aquellos procesos iniciados en la investigación de las técnicas empleadas en la realización de una obra.
La segunda dirección refiere concretamente a la materia física espacial de sus trabajos. Líneas, planos, transparencias y superposiciones definen los destinos de sus urdimbres objetuales, hechas de papeles enhebrados, rasgados o intervenidos con trazos.
En 2009 ambas artistas exhibieron en conjunto en Rosario. Allí comenzaban a entablar este diálogo, que parece disponer al oficio y sus metáforas en recorridos suspendidos desde y más allá de la continuidad. Cuando hablo de oficio me refiero a un hacer que oscila entre labor manual y procedimiento mental, en un tiempo expandido, fuera de los cánones de la inmediatez, aunque supeditado de ser interrumpido, apuñalado.
En el caso de Acevedo, sus piezas parten de experiencias de contacto directo con el entorno natural, surgidas en sus sucesivas estancias en Córdoba. Son una suerte de traslación de lenguajes silvestres a módulos geométricos. Dentro del prontuario de las formas que responden a la búsqueda de similitud, la artista elige la proximidad. Es como si su trabajo respondiera al deseo de aproximarse a la naturaleza a través de la repetición de tramas y la materialización de variaciones de color.
Kampelmacher también parte de la naturaleza, pero la transforma en una narrativa autárquica. Sus modos revelan cierto fulgor catedrático, que hacen que la técnica aparezca como un verdadero ejercicio especulativo y a la vez marcadamente sensible. Sus texturas, ya sea que se desarrollen gráficamente en papeles, en objetos o en fotos están supeditadas a infinidad de posibilidades. Esto lleva a recalar en que su exploración del parentesco, encuentra vías posibles en la analogía antes que en la proximidad.
El paradigma que fusiona a ambos lenguajes es el encaje, de tramas, de materialidades, de semejanzas, donde las formas destinan su situación ornamental a los cimientos de la representación. Ahí es donde la fotografía aparece, en ambos casos, como método fundacional de sus miradas. Visiones encadenadas, atravesadas por sendas tentativas de inscribir al paisaje como espectro de cierta cosmovisión contemporánea.


diario El Norte, San Nicolás de los Arroyos, Culturales, 4 de agosto 2017